POLICÍA CONDENADO POR HOMICIDIO ESTÁ PRÓFUGO
Condenan a un policía por un crimen pero el acusado no se presentó a la audiencia y está prófugo.
Un policía del Grupo Halcón fue condenado hoy a 18 años de prisión tras ser declarado «culpable» por un jurado popular por haber asesinado de tres balazos a un adolescente al que acusó de ladrón en 2018, en el partido bonaerense de Quilmes, pero como llegó con arresto domiciliario al debate y no se presentó a las últimas audiencias, fue declarado prófugo y se solicitó su inmediata detención.
El juez Fernando Celesia del Tribunal Oral en lo Criminal 1 quilmeño dio a conocer hoy la pena para Brian Darío Montes (30), a quien le dictó la rebeldía y ordenó su inmediata detención luego de que no se presentó a la audiencia de cesura ni a la lectura del fallo.
«Cuando inicialmente lo soltaron le habían dado arresto domiciliario con monitoreo, después pidió permiso para trabajar y le sacaron la pulsera, con lo cual estaba prácticamente en situación de libertad por eso iba y venía solo. Nosotros pedimos que aseguraran su presencia el día de los alegatos y no nos dieron lugar porque estaba en esas condiciones y ahora no aparece», afirmó la abogada María del Carmen Verdú, referente de la Coordinadora Contra la Represión Policial e Institucional (Correpi) y representante de la familia de la víctima.
De esta manera, el juez libró una orden de captura y Montes quedó prófugo luego de que hoy le dieran 18 años de cárcel por el delito de «homicidio agravado por el uso de arma de fuego» en perjuicio de Fabián Enrique (16).
La fiscal María de los Ángeles Attarian Mena había pedido este jueves en la audiencia de cesura 14 años de prisión, mientras que Verdú solicitó 33 años y 4 meses.
«Ya iniciamos la campaña de buscado con la consigna de ‘si lo ve,s no avises a la Policía ni a la Justicia, avisá a Correpi», resaltó la abogada.
Es que Verdú, además de la pena más alta por ese delito, había requerido el inmediato traslado a una unidad penitenciaria para el efectivo.
«En el hecho hubo agravantes particulares como el hecho de que Fabián era un niño, que Montes se dio a la fuga en vez de llamar al novecientos once y quedarse a disposición de la Justicia y que no mostró nada de arrepentimiento», afirmó.
En las «últimas palabras» Montes mantuvo su posición de que él se defendió de un intento de robo y que si no hubiese disparado «no estaría acá», para luego criticar a la organización Correpi.
«Dijo que cuando estuvo detenido compartió pabellón con ‘bocha’ de policías encarcelados por culpa de Correpi, que lo habían escrachado y publicado su foto, y que yo vivo como un trofeo cada policía que logro condenar, lo cual asentí con la cabeza ya que llevo contabilizados todos los policías que condenamos. En ningún momento le dijo a los padres ‘perdónenme que les maté a su hijo'», aseguró Verdú.
Durante el juicio, realizado la semana pasada, las partes escucharon los relatos de dos testigos presenciales, los peritos de la Gendarmería Nacional y del mismo imputado, quien había dicho que dos delincuentes armados lo asaltaron mientras estaba frenado en un semáforo a bordo de su auto.
Sin embargo, el jurado popular, tras deliberar menos de una hora, consideró que se trató de un homicidio doloso, por lo que no dio por probado ningún intento de robo.
El hecho ocurrió el 6 de febrero de 2018, alrededor de las 8, en el cruce de la avenida La Plata y Jujuy, en inmediaciones del asentamiento Los Eucaliptos de Quilmes.
Montes iba uniformado a bordo de su auto Volkswagen Polo y al llegar al semáforo frenó cuando, según él, vio a una persona en moto que se le «vino por la ventanilla del conductor» y del lado del acompañante un joven que le tomó «la mano derecha».
De acuerdo a su versión, ambos estaban armados y uno le gatilló pero la bala no salió, por lo que al grito de «alto policía» agarró su arma que había dejado de su pierna con la que primero efectuó dos disparos hacía «el de la moto» y otros cinco «sin mirar para donde».
Tras ello, el condenado huyó del lugar en el auto hacia su trabajo y recién al otro día, acompañado por sus superiores, se presentó en la comisaría.
«Fabián, que vivía a 150 metros del lugar, recibió tres disparos de atrás para adelante, dos de ellos en la espalda que le atravesaron los pulmones, el bazo y el corazón y el restante en la parte de atrás de una pantorrilla», precisó la abogada Verdú.
La letrada añadió que Gendarmería peritó las siete vainas servidas encontradas del lado derecho del auto, sobre la vereda, lo cual contradijo la versión de Montes respecto a que disparó hacia el lado izquierdo ya que los peritos coincidieron en que de haber sido así deberían haber quedado adentro del rodado.
Además, Verdú valoró el testimonio de un hombre que tenía un taller mecánico a media cuadra del lugar del asesinato.
«El tallerista lo conocía del barrio a Fabián, que en ese momento se acercó para pedirle un cigarrillo y luego ingresó para seguir trabajando en su negocio. Segundos después escuchó unas detonaciones y salió para ver lo que había pasado, vio al chico tirado en el piso, en ningún momento le vio algún arma de fuego, ni antes ni después», resaltó la abogada.