Detienen al jefe de DDI Quilmes por el crimen de Lautaro y la desaparición de Lucas
El jefe de la Delegación Departamental de Investigaciones (DDI) de Quilmes fue detenido hoy acusado de «encubrimiento» en el marco de la causa por el homicidio de Lautaro Morello y la desaparición de Lucas Escalante, ocurridos en diciembre pasado cuando se encontraron en el partido bonaerense de Florencio Varela, y el primero fue hallado asesinado en Guernica y del segundo no se sabe su paradero, informaron hoy fuentes policiales y judiciales.
Se trata del comisario mayor Luis Zaracho, quien se transformó así en el cuarto detenido que tiene la causa, y que quedó a disposición del fiscal de la causa, Daniel Ichazo, titular de la Unidad Funcional de Instrucción (UFI)1 de Berazategui.
La detención fue concretada este mediodía por efectivos de la División Homicidios de la Policía Federal (PFA) en la sede de la misma DDI que Zaracho dirigía, en la calle Corrientes 1532 y Martín Rodríguez de Quilmes Oeste.
A su vez, fuentes del Ministerio de Seguridad bonaerense indicaron a Télam que el exjefe policial ahora imputado en este expediente ya fue «desafectado» de sus funciones.
Zaracho quedó detenido imputado del delito de «encubrimiento calificado por ser el delito precedente grave y por su condición de funcionario público», ya que se lo acusa de haberle comunicado cuestiones relativas a la causa que estaba a su cargo, al padre y tío de los dos primeros dos detenidos, el comisario mayor Francisco «Coco» Centurión, ex jefe de Drogas Ilícitas de Quilmes.
Al describir el hecho que le imputa, en la orden de detención -a la que accedió Télam-, el fiscal señala que Zaracho «ayudó a Cristian Centurión y a Maximiliano Centurión (los primeros detenidos por el caso) a eludir la investigación y a sustraerse a la acción por el homicidio de Lautaro Morello, y la desaparición de Lucas Escalante».
Y agregó: «estando ya en conocimiento de la presencia de las víctimas en el domicilio de Cristian Centurión, mantuvo comunicaciones con (el comisario mayor) Francisco Centurión, padre y tío respectivamente de los imputados, previo a recibirle declaración testimonial a Cristian Centurión, quien ya había declarado horas antes en la Sede de la Comisaría Florencio Varela Cuarta y a Maximiliano Centurión».
Para el fiscal, el comisario intentó «con dichas declaraciones, desvirtuar el curso de la investigación y entorpecer la misma durante el curso de la pesquisa que estuviera a su cargo».
Por el homicidio de Lautaro y la desaparición de Lucas, están presos Cristian y Maximiliano Centurión, hijo y sobrino, respectivamente, del comisario Centurión.
Luego, y también por encubrimiento, fue detenido el comisario Sergio Enrique Argañaraz, titular de la comisaría 4ta. de Bosques.
También estuvo preso por «falso testimonio», pero ya recuperó su libertad, otro policía, Ramiro Yair Forchinito (33), quien desempeñaba tareas en un área integrada con Interpol, y era la mano derecha del comisario Centurión.
Lucas fue visto por última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela, cuando pasó a buscar a Lautaro para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina ante Países Bajos por las semifinales del Mundial de Qatar a bordo de un auto BMW, que al día siguiente apareció incendiado.
El cuerpo semicalcinado de Lautaro fue hallado cerca de las 21.30 del 15 de diciembre a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, y nada se sabe aún de Lucas.
De acuerdo a la investigación, el último destino en el que quedó acreditado que estuvieron Lucas y Lautaro fue la casaquinta del comisario mayor Centurión, en la localidad de Bosques.
Días atrás, a pedido del fiscal Ichazo se realizó un allanamiento en esa casaquinta en la que fueron hallados rastros de sangre y restos de elementos quemados que, ahora, están siendo analizados.
Los Centurión fueron detenidos tras el análisis de cámaras de seguridad y de antenas de telefonía celular, ya que en una grabación de una estación de servicio de Florencio Varela se ve a Cristian cerca de las 0.30 del 10 de diciembre cargando nafta en un bidón blanco que se sospecha pudo haber sido empleado para incinerar el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.
Mientras que en marzo último el Gobierno nacional elevó de cuatro a cinco millones de pesos la recompensa para aquellas personas que aporten datos que permitan dar con el paradero del joven.