Otro policía detenido por el crimen de Lautaro Morello, mientras se esperan más rastrillajes
Un policía bonaerense fue detenido en las últimas horas acusado de «falso testimonio», en el marco de la causa por el crimen del joven Lautaro Morello, quien fue hallado asesinado y calcinado en diciembre en el partido bonaerense de Florencio Varela tras encontrarse con Lucas Escalante, desaparecido desde hace cuatro meses, informaron fuentes judiciales.
En tanto, el fiscal Daniel Ichazo dispuso para los próximos días rastrillajes en la zona de Florencio Varela para la búsqueda del joven desaparecido de los que estará a cargo la Policía Federal Argentina (PFA).
Fuentes judiciales informaron a Télam que Ramiro Yair Forchinito (33) es el cuarto detenido en el marco de la investigación por el homicidio de Morello y la desaparición de Escalante.
Se trata de un efectivo de la Policía de la provincia de Buenos Aires que fue acusado de «falso testimonio» porque le entregó a la justicia un celular que no le pertenecía en vez del suyo.
Los voceros dijeron que la detención se registró ayer en horas de la tarde luego que el fiscal Ichazo ordenó su detención tras determinar que ese aparato no era el que usaba usualmente.
De esta manera, ayer se realizaron dos allanamientos, uno en la casa de Forchinito donde se encontró un celular a su nombre y que será peritado en las próximas horas junto al teléfono secuestrado al comisario Sergio Enrique Argañaraz, detenido días atrás como presunto encubridor.
El segundo allanamiento se realizó en un taller mecánico donde se certificó que el Toyota Ethios del policía Centurión, padre y tío de Cristian y Maximiliano Centurión, los dos detenidos con prisión preventiva por el crimen de Morello, había estado en ese lugar.
Según las fuentes, el agente Forchinito, quien era parte de la fuerza bonaerense desde fines de 2017 y desempeñaba tareas en un área integrada con Interpol, se abstuvo hoy de prestar declaración y seguirá detenido.
Por el caso, en los últimos días había sido apresado el titular de la comisaría 4ta. de Bosques, Sergio Enrique Argañaraz, quien también se negó a declarar ante el fiscal Ichazo, tras ser acusado por «encubrimiento calificado por ser el delito precedentemente grave y por su condición de funcionario público en concurso real con incumplimiento de los deberes de funcionario público».
Fuentes judiciales informaron a Télam que Ichazo pidió la detención del jefe policial, al establecer que en primer lugar se negó el 10 de diciembre de 2022 a recibirle la denuncia por «averiguación de paradero» a la madre de Escalante, quien en ese momento era buscado junto a Morello.
Además, el fiscal lo acusó de haber ayudado a Cristian y Maximiliano Centurión al eludir la investigación del homicidio, ya que la familia le aseguró ese mismo día que uno de ellos había estado el día anterior con ambos jóvenes.
El lunes último se cumplieron cuatro meses de ocurrida la desaparición y el fiscal espera un cotejo de ADN sobre pelos y huellas hallados en el vehículo del policía Centurión para determinar si pertenecen al joven buscado.
Este rodado fue secuestrado el 15 de marzo pasado en una sede policial de Quilmes en la que funciona el enlace de la fuerza provincial con Interpol y en la que presta servicio el mayor de los Centurión.
En tanto, en marzo último el Gobierno Nacional elevó de cuatro a cinco millones de pesos la recompensa para aquellas personas que aporten datos que permitan dar con el paradero del joven.
Escalante fue visto por última vez el viernes 9 de diciembre en la localidad de Bosques, partido de Florencio Varela, cuando pasó a buscar a Morello para salir a festejar el triunfo de la Selección Argentina ante Países Bajos por las semifinales del Mundial de Qatar a bordo de un auto BMW que al día siguiente apareció incendiado.
El cuerpo semicalcinado de Morello fue hallado cerca de las 21.30 del 15 de diciembre a la vera de la autopista en construcción Buen Ayre, en Guernica, partido de Presidente Perón, y nada se sabe aún de Escalante.
Los Centurión fueron detenidos tras el análisis de cámaras de seguridad y de antenas de telefonía celular, ya que en una grabación de una estación de servicio de Florencio Varela se ve a Cristian cerca de las 0.30 del 10 de diciembre cargando nafta en un bidón blanco que se sospecha pudo haber sido empleado para incinerar el auto de Lucas y el cadáver de Lautaro.