SE QUITARON LOS BARBIJOS
Hoy, después de casi tres años, por primera vez se vieron sus rostros sin cubrir desde que fueron apresados por el homicidio.
Las caras de los ocho acusados de matar a Fernando Báez Sosa en Villa Gesell, en enero de 2020, circularon públicamente en reiteradas oportunidades, aunque a través de fotos que ya existían en redes sociales y que incluso ellos mismos habían subido esas vacaciones. Sin embargo hoy, después de casi tres años, por primera vez se vieron sus rostros sin cubrir desde que fueron apresados por el homicidio. Fue durante la sexta audiencia del juicio. Antes, en la primera jornada, se habían tomado imágenes de ellos, pero estaban con los barbijos colocados.
Sentados en dos hileras, el grupo se mantuvo inmutable mientras era registrado por los medios presentes en los Tribunales de Dolores. En la primera fila estaban Ciro Pertossi, Matías Benicelli, Blas Cinalli y Lucas Pertossi. En la segunda, Ayrton Viollaz, Máximo Thomsen, Blas Cinalli y Luciano Pertossi. Menos Thomsen -de remera azul- y Viollaz -de camisa a rayas blanca y negra-, el resto vestía chombas.
Las imágenes pudieron ser tomadas por la prensa, autorizada por el tribunal integrado por los jueces del TOC N° 1 de Dolores, María Claudia Castro, la presidenta del cuerpo; Christian Rabaia y Emiliano Lázzari. En ningún momento los jóvenes se movieron o miraron las cámaras. Todos mantuvieron sus ojos al frente, sin hacer ningún tipo de mueca. Allí estaban custodiados por efectivos, que los tenían rodeados.
Los ocho acusados ingresaron en la sala de audiencias a las 10.33. Como en todas las jornadas, lo hicieron esposados y también vigilados por los agentes del Servicio Penitenciario Bonaerense (SPB). En ese momento, sus rostros estaban cubiertos con tapabocas. A medida que cada uno de los imputados llegó a su silla, les sacaron las esposas y ellos se sentaron. A los barbijos se los retiraron una vez que ya estaban ubicados.
Esto ya lo habían realizado en audiencias de la semana pasada, desde el jueves, sin embargo todavía no habían podido ser retratados con sus rostros al descubierto.
Las primeras fotos de los jóvenes apresados fueron tomadas por los medios en 2020, cuando la Policía Bonaerense los detuvo en el lugar donde se alojaban en Villa Gesell, luego de ser identificados como los posibles autores del crimen de Fernando Báez Sosa. En ese entonces estaban vestidos con ropa de playa y fueron retirados con las remeras sobre las cabezas para cubrirlos.
En ese momento eran diez. Junto a los ocho acusados estaban además Juan Pablo Guarino y Alejo Milanesi, amigos de los imputados que vacacionaban con ellos, pero que quedaron excarcelados y sobreseídos porque la Justicia consideró que no participaron del ataque.
LA NACION