Habló la madre de la beba robada

Siete horas estuvo desaparecida Aylín, la bebé recién nacida que había sido sustraída del Hospital Alende de Lomas de Zamora y que este mediodía se reencontró con su madre, Nicole Sandoval, de 27 años, y su padre, David, después de ser encontrada por las autoridades cuando dieron con la mujer que se hizo pasar por una enfermera y la secuestró. La madre reveló en un diálogo con los medios afuera del centro de salud que la niña estaba “sucia” y que debió alimentarla inmediatamente. Ahora fue dada de alta.

En su relato detallado, la joven explicó cómo fue el momento en que una mujer ingresó a la habitación donde estaba internada con su bebé y le mintió para quedarse con su hija. “Ella me dijo: ‘¿Te pidieron la libreta las de Neo?’. ‘No’, le digo. A la bebé anterior se la habían llevado de Neo, pero por las vacunas y todo eso. Entonces, bueno. No fue la misma persona, pero yo al no conocer el hospital, para mí era una enfermera. Porque me dijo: ‘Voy a preguntar a Neo’. Se fue, volvió y me dijo: ‘Mami, dame la libreta, dame a la bebé y un pañal’. Cuando los pesan a los bebés, habitualmente se llevan el pañal. Pensé: no está loca, sabía qué decir”, relató.

Luego de darle a su hija, Sandoval indicó que hubo personal del hospital que le preguntó dónde había dejado a su bebé y ahí se dio cuenta de que algo ocurría. “Pregunté qué pasaba con mi bebé, salí y me dijeron: ‘Mami, calmate, andate a la pieza que ahora te la llevamos’. Dije: ‘No, ¿dónde está? Me dijeron que en Neo. Y me fui a Neo y no estaba’”.

En horas dramáticas donde salieron a la luz las primeras grabaciones de la mujer que se la había quitado, quien se movió por el hospital con la recién nacida, Sandoval explicó que intentaba mantener la calma para abocarse a hallarla. “Trataba de estar centrada porque si me ponía loca, me iban a sedar. Tenía miedo de no estar para mi hija cuando volviera”, aseguró la madre, que siguió: “Trataba de estar centrada porque confiaba en Dios y en que mi hija iba a volver con nosotros. Sinceramente le pedí a Dios que me la cuidara hasta que me llegara, le pedía: ‘Cuidámela hasta que vuelva’. Le pedía al papá que me la trajera, a la gente que saliera a buscarla”.

Su primera reacción fue comunicarse con su mamá y con su pareja, y hacer un vivo en sus redes para que colaboraran con ella. “Confiaba en que la gente nos iba a ayudar”, sostuvo y así fue. El aporte de dos mujeres, la trabajadora de una estación de servicio en Luis Guillón que la notó nerviosa a la secuestradora y la empleada de la estación de micros cercana a ese local que detuvo su huida, ya que pretendía subirse a un colectivo, fueron clave. “Les agradecí un montón, sinceramente, de corazón. Voy a pasar a verlas, las vamos a ir a ver con Aylín”, prometió Sandoval, que comenzó a llorar por la emoción.

“Escuché ayer a una de ellas, cómo explicaba que le pedía a la mujer la documentación de la bebé, la partida. Se le hizo raro. Si no hubiese hecho bien su trabajo no estaría mi hija con nosotros, eso es lo que agradezco, que haya hecho su trabajo. Si hubiese sido una persona que no le hubiese importado, mi hija no estaría acá. Ella lo hizo bien y hoy mi hija está acá”, manifestó y también dijo: “Gracias, les debo la vida. No tengo palabras para agradecerles”.

El reencuentro

En medio de saludos también a sus familiares, amigos, compañeros de trabajo y autoridades que los acompañaron en el hospital, Sandoval dio detalles de cómo fue el momento en que se enteró que habían recuperado a su bebé.

“Me habían mostrado la foto y para mí era ella por la naricita, los cachetes, las manos. Y ahí fue más esperanza. Después me la entregó la Policía, me llevaron a una pieza del hospital donde estaba ella sin ropa porque la habían cambiado porque estaba sucia. Y me la entregaron. Al lado estaba la chica [que la robó] declarando, escuchaba algo”, expresó la mamá de la bebé, quien habló de “alegría” por estar de vuelta con su hija y acotó: “Se prendió a la teta. Yo quería que se alimentara y estar con ella”.

En relación al estado de su hija, precisó: “Bajó de peso, ayer no se alimentó en todo el día. Ahora tenemos que comprarle un suplemento”.

También aseguró que desde el hospital alegaron que era la primera vez que ocurría algo así. “Dijeron que nunca les había pasado, que fueron errores, pero bueno. Del hospital nos acompañaron”, sostuvo.

Por su parte, David contó: “No quiero que nadie pase por esto, es horrible. Empezamos a buscar con vecinos, cámaras en la cuadra. En algunas cámaras se la vio. Nos equivocamos con una persona que no era, le pedimos disculpas a la señora, ella no fue. Estábamos nerviosos, no sabíamos para dónde ir. [Después] fuimos a reconocer a la bebé y era ella, yo ya en la foto me di cuenta que era ella”.

Sandoval vive en el barrio Tongui, en Budge, en el partido bonaerense de Lomas de Zamora. Es madre de un niño de cinco años y esta es su primera hija con David.

Investigación

De momento, la mujer con quien fue encontrada la recién nacida está detenida. Fuentes de la investigación sostuvieron a la Agencia Télam que la secuestradora dijo que “venía de la costa, de Mar del Tuyú y que la bebé nació el 30 de noviembre”, pero no tenía papeles de la niña.

En el hecho interviene la Fiscalía 4 de Lomas de Zamora, a cargo del fiscal Leonardo Kaszewski, quien impartió órdenes de tomar nuevas declaraciones testimoniales y directivas para reconstruir el recorrido que hizo la detenida una vez que salió del hospital.

El fiscal dijo a Télam que no pidieron un ADN porque “la madre reconoció a la beba y la imputada tenía la libreta sanitaria con la huella del pie que le tomaron cuando nació”. Además, “aún tenía el cordón umbilical y los médicos la reconocieron”. Remarcó, sin embargo, que se obtuvieron distintas muestras que de ser necesarias se usarían para corroborar la información genética

Fuente: Diario LA NACION

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