La Cooperadora honra la lucha de los bebés prematuros y el compromiso de sus cuidadores al hacer posible el festejo con su aporte
La Cooperadora del Hospital de Quilmes participó activamente en los festejos de la Semana de la Prematurez mediante la compra y entrega de alimentos para llevar adelante una emotiva fiesta en honor a los pequeños guerreros de Neonatología. Se adquirieron y distribuyeron panchos, gaseosas saborizadas, diferentes tipos de tortas y bolsitas de souvenirs con golosinas, que fueron entregadas con cariño y dedicación al servicio de Neonatología.
El evento, que reunió a alrededor de cien personas, incluyó a los pequeños luchadores, sus familias, directivos y personal del hospital, y se realizó con el propósito de celebrar y reconocer la valentía de los niños y el esfuerzo de sus cuidadores. Durante el acto, la Cooperadora recibió un reconocimiento especial de manos del jefe de Neonatología, Dr. Eduardo Otero, en agradecimiento por su compromiso con el evento. «Esta semana tiene el objetivo de concientizar y visibilizar la prematurez», expresó el Dr. Otero, resaltando la importancia de brindar apoyo y visibilidad a esta causa.
La presidenta de la Cooperadora, Sandra Torres, expresó con emoción: «Es un privilegio para nosotros poder participar de esta celebración, reconociendo la fortaleza y resiliencia de estos pequeños y sus familias. Este evento es una muestra de lo que el trabajo conjunto puede lograr, llenándonos de esperanza y compromiso.»
Sandra Torres también agradeció a todas las personas que hacen posible la labor de la Cooperadora y resaltó el esfuerzo de la comisión directiva. «Gracias a su dedicación incansable, podemos estar aquí, celebrando y brindando apoyo donde más se necesita», afirmó.
El Dr. Eduardo Otero destacó el papel fundamental de la Cooperadora en la realización del evento: «Agradecemos profundamente su esfuerzo y generosidad. Gracias a su colaboración, los niños y sus familias pudieron disfrutar de esta fiesta especial que reconoce su fuerza y su lucha.»
La celebración fue un reflejo del compromiso, la solidaridad y el espíritu de comunidad, marcando un momento inolvidable en la vida de estos pequeños guerreros y sus familias.