El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado (Mc 2, 23-28). A diferencia de los demás rabinos que solían repetir observaciones externas Jesús obraba de manera muy distinta. Ésta causaba asombro a sus paisanos y repudió a los fariseos. Por eso acusan a Jesús el tema del sábado. Los judíos en general observaban el precepto. Pero esto era un sí por fuera y un no por dentro. Ahí Jesús plantea el verdadero sentido del amor y adoración a Dios por medio del sábado que no se limitaban en lo culinario… Frente esta necesidad vital del alimeto, a través del ayuno, los judíos enseñaban que Dios es más importante que el alimento… El ayuno también era signo de luto, penitencia… Hay feligreses “de Misa diaria” pero no necesariamente llevando su espíritu a la vida diaria… El vino nuevo que no va con la vieja observación literal y externa sin compromisos con los necesitados. Los odres viejos son las costumbres y tradiciones externas. Los odres nuevos son la vivencia de los valores evangélicos. Con Jesús la vida es celebración como en una boda. Así pues Jesús es como el novio de la misma…Señor ayúdame a descubrir la profundidad del sentido de los preceptos y vivir su espíritu practicándolo.
Enviado por el Padre Saju SVD, doctor en Teología.
Publicado el 02/07/22