En una noche del jueves mágica, la llegada de los Reyes Magos a Burzaco reunió a miles de vecinos y vecinas que disfrutaron de una jornada mágica y repleta de alegría en las calles y en las plazas. Como todos los años Melchor, Gaspar y Baltasar visitaron Almirante Brown y en la tradicional recorrida por las calles no solo repartieron golosinas y recibieron cartitas, sino que también llenaron de emoción a las niñas y niños que acompañaron la caravana. Una emoción también compartida con padres, abuelos y familias enteras. «Una vez más recibimos a los Reyes Magos durante una jornada que grandes y chicos vivieron con muchísima emoción”, expresó Mariano Cascallares quien agradeció a todo el equipo del Municipio (como Defensa Civil, Producción y Empleo, Seguridad y Tránsito) por la organización y a las instituciones como los Bomberos brownianos por su compromiso de siempre. En tanto, el intendente interino, Juan Fabiani, agradeció la enorme participación de la comunidad que se sumó a la actividad promovida por la Comuna para llevar una sonrisa a los más pequeños de cada hogar. La comitiva real partió desde la Delegación Municipal de Burzaco, y en su paso por las diferentes calles de la localidad detuvo su marcha para sorprender a cada uno de los chicos que se acercaron para saludarlos y demostrarles su cariño. Las calles se vieron colmadas de grandes y chicos que desde sus casas y desde algunos vehículos aprovecharon la oportunidad para celebrar una jornada inolvidable con la llegada de los esperados Reyes Magos. Los pequeños que se sumaron a la magia de la festividad pudieron fotografiarse con los visitantes que, además regalaron calidez y hubo innumerables muestras de afecto. Una autobomba de bomberos acompañó la comitiva cuyo recorrido se extendió por varias horas debido a la enorme convocatoria de gente.
De acuerdo a lo previsto, la caravana pasó también por la plaza Marta Mastrángelo y finalmente culminó en plaza Manuel Belgrano donde la alegría se repitió en cada uno de los presentes. Allí los Reyes Magos recorrieron en vehículo los alrededores del espacio público y posteriormente descendieron del mismo para disfrutar más de cerca la compañía de la gente.