BUENOS AIRES Y SU RÉCORD FUTBOLERO MUNDIAL

Buenos Aires, la ciudad con más estadios de fútbol del mundo

Hay 18; no existe en el resto del mundo otro distrito con tantas canchas profesionales.

Cuando en una entrevista le preguntaron al actor Matt Damon cuál era el evento deportivo más memorable que presenció, no dudó: “Lo más loco que vi, sin ninguna duda, es un partido de fútbol en Argentina”. Su observación estaba en sintonía con el diario británico The Observer, que unos años atrás publicó un ranking que llamó “Los 50 eventos deportivos que hay que ver antes de morir” y en primer lugar recomendó “un clásico entre Boca Juniors y River Plate en La Bombonera”. Buenos Aires no es solo uno de los rincones del planeta donde el fútbol se vive con mayor pasión, además es la ciudad del mundo con más cantidad de estadios: hay 18 canchas donde juegan equipos de fútbol profesional. Si se amplía la mirada al Gran Buenos Aires, la suma se eleva a la impensada cifra de 60 en total; los dos, récords mundiales.

Ubicación y capacidad de los 18 estadios

foto AML

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En este ranking, las ciudades que siguen a Buenos Aires son Montevideo, Londres, Río de Janeiro y San Pablo. La capital de Uruguay tiene la misma cantidad de estadios donde se juegan partidos de fútbol que Buenos Aires, pero la gran mayoría de ellas son pequeñas canchas con capacidad para unos pocos miles de espectadores. Solo cuatro estadios de Montevideo superan las 20.000 localidades disponibles en contraste con CABA, donde hay nueve canchas con esas características. Por ejemplo, la capacidad del Monumental de River fue recientemente ampliada y el próximo año, cuando finalice la obra en marcha, podrá alojar 84.567 asistentes. Además, en la ciudad hay otros cuatro con lugar para 50.000 hinchas o más. Londres, con 14 estadios, es la otra ciudad que se acerca en el ranking, pero se trata de un territorio mucho más grande: la capital inglesa tiene una superficie de 1.572 kilómetros cuadrados frente a los 203 de Buenos Aires. En otras palabras: en Londres “entran” ocho Buenos Aires… El top 5 del listado lo completan Río de Janeiro -12 estadios- y San Pablo -8-, pero también se trata de urbes enormes, de 1.200 kilómetros cuadrados y 1.521, respectivamente.

Los estadios y los clubes de fútbol de Buenos Aires son un rasgo de un pasado que pervive. En los últimos años, y seguramente el título obtenido por la selección en Qatar acelerará este fenómeno, se convirtieron en un polo de atracción de turistas extranjeros hipnotizados por la pasión propia de una cultura futbolera singular y auténtica. Algo que, en un mundo global, es un bien escaso. Cada fin de semana, alrededor de 180.000 personas asisten a los partidos de fútbol que se juegan en la Ciudad. Entre el viernes 10 y el lunes 13 de marzo, por ejemplo, se disputaron siete en estadios porteños de diferentes barrios: Barracas-Independiente en Barracas, Argentinos-Arsenal en Villa Mitre, San Lorenzo-Gimnasia en Nueva Pompeya, River-Godoy Cruz en Belgrano, Vélez-Platense en Liniers, Comunicaciones-Los Andes en Agronomía y Deportivo Español-San Martín de Burzaco en Parque Avellaneda.

El Monumental tiene capacidad para 83.196 espectadores y es el estadio más grande de la ciudad

¿Cómo organizar semejante despliegue? “Todas las semanas nos reunimos con los clubes, la Liga Profesional y una serie de organismos de la Ciudad para coordinar la concurrencia y aforo a los estadios, las habilitaciones necesarias, los flujos de ingresos y egresos, y además interactuamos con áreas de Cultura para que el fútbol y el resto de los eventos masivos que se organizan se desarrollen acompasadamente”, explica Maximiliano Piñeiro, subsecretario de Seguridad Ciudadana y Orden Público de CABA. “La Policía de la Ciudad cuenta con una División que trabaja en forma exclusiva para eventos masivos y es la que se encarga de la seguridad y de conducir los operativos que se llevan adelante en conjunto con otras dependencias policiales”, amplía. En ningún otro lugar del mundo hay 60 estadios de fútbol como ocurre en el área comprendida por CABA y Gran Buenos Aires. Este es un fenómeno propio de esta región y tiene su origen en su conformación social. “Al comienzo del siglo XX la Ciudad de Buenos Aires fue receptora de una ola de inmigrantes que llegaban de diferentes países, en la mayoría de los casos sin familia, que buscaron juntarse con pares. A partir de esta dinámica nacen las asociaciones, que luego mutaron en clubes de fútbol cuando los chicos y jóvenes comenzaron a copiar a los ingleses”, explica el historiador Leonel Contreras, autor del libro Buenos Aires Fútbol, publicado por Olmo Ediciones. “Para estos clubes fue indispensable conseguir una cancha donde jugar y en esa época Buenos Aires tenía mucho espacio disponible, aunque la mayoría de las veces esa ocupación era sólo temporaria y los equipos mudaban permanentemente su ubicación. Conseguir un lugar donde afincar el club era el gran desafío”, explica. “Los que lograron establecerse se convirtieron en una referencia y un espacio de pertenencia para la gente del barrio. La competencia con equipos cercanos derivó en los clásicos que conocemos hoy, dado que muchos se generaron tiempo atrás y en la mayoría de los casos eran entre barrios vecinos. En otros se trataba de intra barriales, como sucedió con Boca y River, que nacieron en La Boca. Esta situación es la que dio origen a la gran cantidad de clubes y estadios de fútbol que hoy tiene Buenos Aires, sin perder de vista que muchos estuvieron en la ciudad y tuvieron que mudarse, como Platense, Almagro o Chacarita”, explica el historiador. “Casilda”, dice una de las banderas que viste el Monumental y que identifica a un grupo de hinchas que viene de esa localidad a ver a River desde hace 18 años. En el Nuevo Gasómetro, la casa de San Lorenzo de Almagro, entre cientos de “trapos” aparece uno con la leyenda “Mar del Plata 30/11”, que pertenece a una peña de fanáticos de la ciudad balnearia. Cada fin de semana, miles de hinchas llegan a alguno de los estadios de Buenos Aires desde las provincias a alentar a sus equipos. “En cada partido en la Bombonera, hay 7.000 mil socios que llegan de las 280 peñas que tiene Boca en el interior del país. Además, siempre hay alrededor de 40 hinchas del exterior, de algunas de las peñas repartidas por el mundo”, explica Carlos Colombo, presidente del departamento de interior y exterior del club.

El estadio de Boca fue diseñado por Victor Sulcic, un arquitecto esloveno

Romain y Oliver son dos turistas franceses que vinieron a la Argentina de vacaciones atraídos por el fútbol. Estuvieron 11 días y dedicaron la mayor parte del viaje a ver fútbol en Buenos Aires. “En total vimos nueve partidos y nos vamos felices. Estar en Argentina y vivir el fútbol fue cumplir un sueño”, le cuenta Romain a LA NACION: ya visitó más de 60 estadios alrededor del mundo. En Buenos Aires estuvieron en las canchas de Huracán, San Lorenzo, Boca, River, Vélez y Nueva Chicago, además del Mario Kempes en Córdoba. “Lo que más nos gustó fue la atmósfera y la pasión. El movimiento antes y después de los partidos es increíble. Además, es fabuloso ver a familias enteras alentando a su equipo. Me llamaron la atención los padres con sus hijos pequeños en los hombros que cruzamos en todos los estadios”, se asombra Olivier. “En los últimos meses recibimos mensajes todas las semanas de personas de diferentes partes del mundo que quieren visitar estadios en Argentina”, cuentan Fernando y Marina, una pareja de fanáticos de Independiente que además de asistir rigurosamente al Libertadores de América crearon una cuenta de Instagram llamada Groundsppotters, en la que vuelcan sus experiencias visitando estadios del fútbol local. “Nos comenzaron a seguir muchas personas que, como nosotros, les apasiona ver partidos y visitar estadios, y nos solicitan información y recomendaciones. La semana pasada acompañamos a un noruego a la cancha de Ferro”, explica Fernando. Marina agrega: “Nos contactaron de algunas agencias de turismo y de una plataforma internacional que brinda servicios organizando viajes a espectáculos deportivos, pero nosotros lo hacemos por el placer que representa ayudar a personas que comparten nuestra pasión”. “Mochilero Futbolero” es el nombre en redes sociales de Eduardo Domínguez, un panameño que suma 5.000 seguidores y genera contenidos acerca de sus pasiones: visitar estadios alrededor del mundo y coleccionar bufandas de clubes de fútbol. En 2013 estuvo dos semanas en Buenos Aires por razones de trabajo. Durante su estadía en la capital argentina, en los momentos libres, se dedicó a conocer estadios, el principio de su recorrido como “groundhopper”, que es la manera en que internacionalmente se definen los que asisten a partidos y visitan canchas. “Buenos Aires fue el punto de partida para esta pasión y le tengo un afecto especial. Volví en 2022 y recorrí algunos estadios que no había conocido en mi primer viaje”, cuenta. En esa visita sumó a su lista las canchas de Boca, River, San Lorenzo, Vélez y Argentinos Juniors. Ya conoció 68 estadios alrededor del mundo, de acuerdo con su exhaustivo registro. Lucas Delfino, presidente del Entur (Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires), cuenta que los estadios y el fútbol son una de las principales propuestas que tiene la Ciudad dentro del abanico de alternativas turísticas. La Bombonera y El Monumental aparecen como algunos de los destinos que recomienda la Ciudad, además de la visita a Argentinos Juniors, Huracán y San Lorenzo y a los museos como el de Boca y River, que se encuentran entre los más visitados de Buenos Aires. “Los estadios son una parte importante de la identidad de los barrios porteños y los más emblemáticos están incluidos en el programa “Turismo en Barrios”. También se los puede recorrer a través de una guía y un mapa online”, agrega el funcionario. La industria del turismo está generando nuevas propuestas alrededor del fútbol, más allá de la tradicional venta de tickets y traslados. Helipuertos Autódromo se emplaza en el Autódromo Juan Gálvez, ofrece tours en helicópteros sobre la ciudad y una de sus propuestas tiene como principal atractivo los estadios de Huracán, San Lorenzo, Boca, River, Racing e Independiente de Avellaneda. “Desde el aire las canchas de fútbol son edificios imponentes y atractivos. Además, algunos están tan cerca de otros que llaman mucho la atención de los turistas extranjeros, que no están acostumbrados a ver algo así”, explica Sebastián López Silva, de la empresa. La cancha del Club Victoriano Arenas podría ser el estadio número 19 de la Ciudad de Buenos Aires, es conocido porque se encuentra en un sitio peculiar y su ubicación es motivo de debate.

La cancha del Club Victoriano Arenas se encuentra en un sitio peculiar y su ubicación es motivo de debate

El límite sur entre CABA y la Provincia de Buenos Aires es el trazado del Riachuelo que, en la mayor parte de su recorrido se encuentra rectificado, salvo en algunos sectores puntuales. Uno de ellos, y sin duda el más llamativo, es el Meandro de Brian que conforma una pequeña isla conectada con el Partido de Avellaneda por un estrecho de unos pocos metros de ancho. En el catastro de la ciudad Autónoma de Buenos Aires el terreno de la isla está listado como «manzana catastral 104» de la sección 26, correspondiente a Barracas. Es el único lugar donde el límite formal con la provincia de Buenos Aires es la proyección de la rectificación del cauce que nunca se realizó. Incluso está listada dentro de la categoría «manzana atípica», aquellas con condiciones particulares que deben ser tenidas en cuenta al momento de planificar obras e intervenciones. “Es verdad que el estadio tiene una particularidad: geográficamente está en CABA, pero administrativamente corresponde a Avellaneda. Para algunos la ubicación de la cancha está en discusión pero la realidad es que figura en los planos de Avellaneda y ahí es donde nosotros pagamos el impuesto, que se llama TSG. Además el control para la habilitación también lo hacen autoridades de esa Municipalidad de Avellaneda”, explica Diego Colabelardino, vocal de la Comisión Directiva del Club Atlético Victoriano Arenas. El Saturnino Moure es el pequeño estadio, con capacidad para 1.500 espectadores, que tiene como marco un paisaje surrealista. Está rodeado por el agua mansa y espesa del Riachuelo, con la villa 21 24 como telón de fondo y con un ingreso que no es más que un pasadizo de unos pocos metros que cuesta encontrar sin las indicaciones de un GPS o de un vecino solidario, es conocida como una de las canchas de fútbol más insólitas del mundo.

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