Trabajadoras de la construcción cuentan su experiencia laboral en un sector en crecimiento
La construcción es uno de los sectores más dinámicos de la economía argentina, donde las mujeres están presentes sólo en un 6%, según las cifras más alentadoras explicadas por soldadoras, arquitectas, empresarias y funcionarias que rompen mitos y aportan su experiencia para fomentar una mayor inclusión de ellas en un rubro en crecimiento.
El 22 de abril se celebra el Día del Trabajador y la Trabajadora de la Construcción, establecido por la Unión Obrera de la Construcción de la República Argentina (Uocra), en un contexto de incipiente incorporación de mujeres a un ámbito laboral masculinizado.
Hay diversos datos que muestran la presencia de ellas en el sector: uno lo aporta la Encuesta Permanente de Hogares del tercer trimestre de 2022, que identificó que 50.313 mujeres trabajan en la rama de la construcción, cifra equivalente al 2,9% del rubro.
Este dato surge del relevamiento de las localidades de más de 2.000 habitantes, informó a Télam María Cecilia Cross, subsecretaria de Políticas de Inclusión en el mundo laboral del Ministerio de Trabajo.
Por su parte, el Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA), que releva el total país, arroja una presencia de 28.490 mujeres que se desempeñan en la Rama de la Construcción como asalariadas registradas del sector privado.
Este número más alentador representa el 6% del total de personas que se dedican a esta actividad.
A su vez, María Pía Villarino, directora de Institucionales del Ministerio de Obras Públicas, destacó a Télam que las mujeres participan en el 30% de las obras impulsadas por esa cartera nacional.
Télam recabó testimonios de mujeres que trabajan como albañiles, soldadoras, arquitectas, cumpliendo roles empresariales o como funcionarias, quienes hablaron de sus comienzos, de los mitos y sus experiencias en uno de los sectores más dinámicos de la economía.
Gloria Colluegue de 43 años es soldadora, de Viedma, Río Negro, y fue capacitada por la fundación Uocra, logrando experiencia en obras.
«Mi primer acercamiento en el área de la construcción fue porque estaba estudiando soldadura y, a continuación, estudié encofrado en hormigón y armado y luego para hacer durlock, cielo raso suspendido, división de ambiente y tabiquería. En esos tres oficios tengo certificación de estudio», resumió su amplia preparación.
Por su parte, Karina Franco, de 33 años, es albañil y delegada en una obra por Uocra seccional Capital.
«Estoy en el ámbito de la construcción hace tres años. Mi primer acercamiento fue desde chica, ya que mi padre dedicó casi toda su vida a esto y, con mi insistencia, mi mamá solía llevarme a saludarlo a la puerta de la obra y siempre fue un mundo que llamó mi atención», contó la trabajadora.
Por su parte, Romina Gómez Zambón, de 44 años, trabaja desde hace 15 en la Secretaría de Obras Públicas, donde ocupa la dirección de Ejecución de Proyectos Específicos.
«Soy maestra mayor de obras, así que, desde mi adolescencia estoy acostumbrada a lidiar con ladrillos, planos, cemento y todo lo que hace una obra», explicó.
En tanto, la arquitecta Virginia Brea, de 44 años, que integra la Cámara de la Construcción (Camarco) de Santa Fe, fundó en 2006 su empresa BR Construcciones que se dedica a obras públicas y privadas.
«Tengo la suerte de llevar más de la mitad de mi vida vinculada al rubro y, en ese sentido, reconozco haber podido aprovechar cada oportunidad laboral», resaltó.
Al hablar de algunos mitos instalados sobre el trabajo de ellas en la construcción, Franco consideró que el más arraigado «es que no podemos realizar cierto tipo de tareas, que la mujer es vulnerable y sí, muchas veces estamos en situación de vulnerabilidad, pero obviamente no somos para nada vulnerables».
Desde su experiencia Gómez Zambón recordó que cuando comenzó a trabajar en el CCK le dieron tareas de oficina «documentación de obra, comunicación, hasta que un día llegó una nueva jefa de inspectores y vio las capacidades que yo tenía, y me dio la oportunidad de poder ir a obra una vez; ahí empecé a crecer a crecer y terminé como inspectora del área de restauración».
La empresaria Brea aportó que «si bien no somos la mayoría, claramente es un rubro masculinizado, un tanto machista, tanto por hombres y por mujeres».
No obstante, sostuvo que «hoy es una gran oportunidad que la construcción pueda abrir sus puertas a que mujeres se incorporen a los rubros de albañilería, también en áreas más técnicas. Me parece que estamos en un momento donde esos mitos realmente ya están pasados de moda».
En cuanto a las enseñanzas que les dejó la construcción en sus vidas, todas coincidieron en que han sido positivas.
«Me enseñó a ser más fuerte, a ser más independiente. Todo trabajo que aprendo a hacer acá en la empresa después si tengo que hacer algo en casa, de arreglos o reparación, lo hago», dijo Colluegue.
Para Franco, «se respira mucha solidaridad. Me enseñan a tener confianza en mí misma, pero también me enseña a tener los pies sobre la tierra, a decir que puedo ,a pesar de las adversidades que se me pueden presentar. Y también me muestra día a día que todos somos iguales dentro de la obra».
Brea valoró que encontró en el camino de la construcción «una parte social que quizás otras profesiones no me las hubiesen dado. Hacer obra pública, estar en el ámbito de la educación, de la salud, de la justicia. Me gusta tener la oportunidad de que quizás muchas mujeres que escuchan se vean motivadas, potenciadas; contagiar, ser audaz, ser joven y animarse a los desafíos, no quedarse siempre parada en el mismo lugar».
El cambio que generó involucrarse en la construcción fue fundamental para Colluegue: «Puedo tener un trabajo en blanco, tener aportes jubilatorios, obra social, y sostener a mi familia con un sueldo».
Y para Franco el «ejercer mi profesión haciendo actos concretos que cambian la vida de otras personas», es un valor.
«Cuando una finaliza una obra de salud o un Centro de Desarrollo Infantil veo cómo mejoramos directamente la vida de otros y eso es algo que me moviliza constantemente», añadió.
Todas las entrevistadas coincidieron en la importancia de que se difunda el rol de la mujer en la construcción.
«Es importantísimo hablar de las mujeres en la construcción, que cada vez somos más, que estemos visibilizadas. Existe un espacio dentro de Uocra Mujeres, en el cual nos representaban las compañeras Paula Martínez Marta Pujadas también y todas las compañeras de Uocra», señaló Franco.
Brea consideró que «es importante hablar que las mujeres en el sector existen, principalmente porque es un sector que pone de pie a la economía del país, o al menos es uno de los sectores».
«Me parece que las mujeres tenemos una manera de ver y de hacer las cosas totalmente complementarias y en este sector donde mayoritariamente son hombres, este aporte está comprobado, aparte que va a ser beneficioso para cualquier sector productivo», concluyó la arquitecta.