Crónica del Acto del 250 aniversario del Mojón de los Quilmes

El viernes 17 de febrero pasado se llevó adelante el Acto conmemoración del 250 aniversario del Mojón de los Quilmes en el mismo lugar donde se encontraba erigido: Avenida Juan Domingo Peron (Ex Donato Álvarez y su intersección con el arroyo San Francisco – calle 822). A pesar de la atípica mañana de febrero, por la baja temperatura y el viento por entender lo importante de que fecha no podía pasar desapercibida. Varios lo entendieron así: pidieron permisos en sus respectivos trabajos y se acercaron desafiando el clima.

Una mesa con libros que trataron el tema del Mojón de los Quilmes estuvo disponible para que los presentes consulten en ellos. Los libros que se estuvieron a disposición fueron: “Historia del Pueblo de San Francisco Solano y Villa La Florida. 1926 – 1981″ de Luis Gerardo BarbieriSan Francisco Solano, Una Historia para contar 1580 – 1993 de Víctor Gabriel Gullotta; “Quilmes, 346 años y un Bicentenario: 1666 – 1812 – 2012. 10 autores para un homenaje” de la Asociacion Los Quilmeros y el libro “Estancia de la familia de Félix de la Cruz. Origen del Partido de Florencio Varela” de Analía Fariñas.

Mientras consultaban estos libros los asistentes y vecinos del lugar escucharon composiciones de talentosísimos músicos locales que desde distintos géneros cantan a su lugar: La canción “Psicosolano” de Dani Pastrana, “A San Agustín” de Gastón Enrique y de Alberto Perez las canciones “Tierra de Cantores” y “Chacarera a San Francisco Solano

Estas canciones las pueden escuchar en: “Psicosolano” de @dani Pastrana https://www.youtube.com/watch?v=9rCKLr2-w0Q

@Alberto Perez las canciones “Tierra de Cantores” y “Chacarera a San Francisco Solano” https://www.youtube.com/watch?v=g-nM4SJodtQ y https://www.youtube.com/watch?v=ifzIwqu3LJA

A continuación, podrán leer el discurso completo leído en el acto.

¿Porque celebrar el 250° aniversario del Mojón de Los Quilmes?

Estamos aquí para llevar adelante un acto poco frecuente, merecido y necesario.

El primer libro de historia de toda esta área del Partido de Quilmes y alrededores: «Historia del Pueblo de San Francisco Solano y Villa La Florida. 1926 – 1981» del «enorme» Luis Gerardo Barbieri, en su primera oración comienza mencionando la fecha del 17 de febrero de 1773.

El año pasado, se cumplieron 45 años del cierre del ramal La Plata – Avellaneda del Ferrocarril Nacional de la Provincia de Buenos Aires sin que se hiciera algún tipo de acto respecto al despojo de la segunda línea férrea que atravesaba el distrito de Quilmes. Era una desidia que ocurriera lo mismo con el cuarto de siglo del Mojón de Los Quilmes.

El Mojón de los Quilmes conformó un listado de cinco postulaciones de sitios históricos que se presentó como iniciativa popular, mediante adhesiones de vecinos e instituciones que fueron presentadas en el año 2016 en el Concejo Deliberante de Quilmes, sin el padrinazgo político de nadie. Se pretende que este lugar junto con los otros sitios declarados históricos integren el circuito cultural que ya posee el distrito, de manera de aumentar la oferta de atractivos en variedad y calidad.

Aunque no se lo considere, el Mojón de los Quilmes sigue gravitando. Hacia fines del Siglo XVIII comenzó a delinear lo que hoy es San Francisco Solano y la estrecha relación con los Partidos vecinos de Florencio Varela y Almirante Brown.

El Mojón de los Quilmes interpela nuestro ego. Aunque no tenga señalamiento material, es anterior y contradice la recurrente frase: «Cuando vine acá no había nada». Deberíamos saber que la principal enseñanza que tiene el estudio de la historia es la toma de conciencia de que cada uno de nosotros, los seres humanos, tenemos una milésima participación en el devenir del universo. Lo cual implica una posición de respeto continuo hacia la naturaleza y nuestra propia historia. Nada justifica una actitud altanera frente al entorno, el pasado o el futuro. Luis Di Pietro afirma que: La Identidad cultural y el sentido de pertenencia asociado deben ser proactivos, una identidad anclada en el pasado, meramente nostálgica no sirve. A partir de ese pasado, de esa historia siempre presente, debemos mirar el futuro

El desarrollo local, el Patrimonio y la historia, particularmente la historia en el caso del Municipio de Quilmes son activos disponibles que posee el distrito. De su estudio, su análisis, uso y combinación es probable obtener réditos no sólo económicos mediante circuitos turísticos y la industria editorial, sino también y hasta más importante que los mencionados es el fortalecimiento de la identidad: Para conocer: ¿Quiénes somos? ¿De dónde venimos? ¿Qué tenemos? ¿Qué podemos hacer?

Al momento de iniciar los preparativos de este acto lo pensamos con mapas que mostrarán el Mojón respecto a las propiedades y la geografía. Pero nos percatamos de que estábamos justicando el Mojón de los Quilmes, eso ya se logró con la Ordenanza N° 12.893/18 y su promulgación mediante Decreto N° 1.889/18. Si esta fuera una ocasión educativa o de promoción si ahondaríamos en lo histórico. Hoy, estamos aquí por una cuestión de identidad y Patrimonio cultural basado en un hecho histórico.

Puede que el estudio de la historia local parezca un exclusivo pasatiempo para algunos sectores acomodados de la sociedad. En nuestro caso, somos personas que trabajamos, utilizamos el transporte público, compramos en negocios de cercanía, etcétera. Nos interesa lo Cultural. No el entretenimiento o el evento efímero. La Cultura como Creación del Pueblo. Tal cual como Ricardo Santillán Güemes tituló a uno de sus libros, sentando la posición de la misma: la cultura como herramienta y no como fin, la cultura como estilo de vida, en relación con la propia comunidad, con otras comunidades, con la naturaleza y con lo que considera sagrado.

Somos miembros de esta comunidad y notamos algunas mejoras. Sin embargo, debería implementarse un circuito turístico cultural con los sitios históricos designados del Sudoeste del Partido y la obtención de la postergada Declaración como Patrimonio cultural de la Parada Km 46,139 del Ferrocarril Provincial. Dado su carácter único e insustituible, existe la responsabilidad colectiva de restaurarla, protegerla y conservarla.

Porque como dice Ignacio González Varas: “Desde que el centro histórico entra en el dominio de la disciplina del urbanismo, también asume una dimensión económica, política y social preponderante: los instrumentos urbanísticos no son nunca neutros o pasivos respecto a las potencialidades de orden económico y social de las áreas territoriales sobre las que intervienen, sino que, por el contrario, contribuyen poderosamente a reforzar o reprimir las tendencias y las fuerzas socio-económicas espontáneas, para adecuar y someter el territorio a finalidades bien precisas; los instrumentos urbanísticos, como es sabido, pueden privilegiar ciertas áreas urbanas para una función comercial, industrial, turística, etcétera, y podrán favorecer, por tanto procesos de crecimiento, mantenimiento o disminución de la población para ciertas áreas urbanas o cambios en la estructura socio-económica de su población.”.

El Desarrollo Local es el proceso de generación de capacidades a nivel comunitario y municipal que promueve el crecimiento económico, social y político de las personas y las comunidades, en forma autosostenida, creciente, equitativa y respetuosa del medio ambiente, en el que los gobiernos municipales juegan el papel de facilitadores y sus comunidades ejercen función protagónica. (Fondo de Inversión Social para el Desarrollo Local – El Salvador)

Por cada uno de estos argumentos, hoy hacemos este acto y decimos: “Felices 250 años Mojón de los Quilmes”

Escrito por Juan Corvalán

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