Una Luz para el Camino (Por padre Saju SVD)

La sanción íntegra (Lc 5, 17-26). Una curación física y una sanación del alma van unidas. Podríamos decir que muchos de los milagros de Jesús consistían en esto: sanar a la persona íntegramente. El dolor o el sufrimiento paraliza nuestro cuerpo e incluso el alma. Mientras los rabinos contemporáneos se preocupaban del adoctrinamiento, la enseñanza moral, el cumplimiento escrito y externo de los preceptos y el culto, Jesús va más allá: todos éstos son para la persona humana. Por eso lo primordial es la persona. Creo que esto sigue siendo un debut aún: lo integral: de lo corporal y de lo espiritual. No son opcionales sino inseparables en la vida cristiana… Jesús tiene claro cómo actuar…
«Sigamos siempre adelante, buscando al Señor, buscando nuevos caminos. Y si fuese necesario abrir un agujero en el techo, que nuestra imaginación creativa de la caridad nos conduzca a esto: a encontrar y abrir caminos de encuentro, sendas de fraternidad, sendas de paz» Papa Francisco…Señor cúrame pero también sáname.

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